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- La paciencia, virtud de los profetas
Los profetas de Allah, que la paz sea con todos ellos, son el mejor ejemplo de la paciencia, soportaron mucho daño y muchas agresiones para poder seguir en el camino de la divulgación del mensaje. El profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, sufrió mucho para poder difundir el mensaje del Islam, su gente le rechazó y le insultó, sus vecinos le agredieron y tiraron la basura en la puerta de su casa, él aceptó todo esto con mucha paciencia.
Dice Abdullah Ibn Mas’ud, que Allah esté complacido con él, hablando de la paciencia del Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él:
Dice Abdullah Ibn Mas’ud, que Allah esté complacido con él, hablando de la paciencia del Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él:
“Al Profeta de Allah su gente le agredió al punto que sangró, y mientras él limpiaba sus heridas suplicaba a Allah: Oh Allah, perdona a mi gente, no saben lo que hacen”.
Allah, Enaltecido sea, describe a sus profetas en Su Sagrado Libro diciendo:
“Y a Ismael, Idris y Dulkifl. Todos fueron de los pacientes. Les introdujimos en Nuestra misericordia. Son de los justos”. (Al Anbia 85-86).
Y también dice:
“Ten, pues, paciencia, como la tuvieron otros enviados resueltos”. (Al-Ahqaf 35).
Con los enviados resueltos se refiere a: Noé, Ibrahám, Moisés, Jesús y Muhammad que la paz sea con todos ellos. Y dice, Enaltecido sea:
“También fueron desmentidos antes de ti otros enviados, pero sufrieron con paciencia ese mentís y vejación hasta que les llegó Nuestro auxilio”. (Al-Anâam 34).
Y dice también refiriéndose a Su profeta Job:
“Le encontramos paciente. ¡Qué siervo tan agradable! Su arrepentimiento era sincero. “. (Sad-44).
El profeta Job, que la paz sea con él, era un hombre de mucha riqueza y tenía muchos hijos, Allah, Elevado y Ensalzado sea, le hizo pasar por duras pruebas: tuvo muchas enfermedades, pasó años sin poder levantarse de su lecho, perdió todo su dinero y todos sus hijos fallecieron, sólo le quedó su mujer que le apoyó en aquellos duros momentos, fue muy paciente y leal. El profeta Job es un ejemplo de la paciencia, era muy creyente, aceptó lo que Allah, Enaltecido sea, le decretó, a pesar de las múltiples enfermedades y de las desgracias nunca se alejó de Allah, Enaltecido sea, siempre le invocaba y le alababa, hasta que un día Allah le ordenó golpear la tierra con su pie y así hizo, salió de la tierra una fuente de agua fresca . Allah le pidió que se lavara con ella y que bebiera de su agua, y así fue como se le fueron todas las enfermedades, Allah le recompensó por su paciencia con salud, belleza, mucha riqueza y muchos hijos piadosos, dice Allah, Enaltecido sea:
“Le regalamos su familia y otro tanto, como misericordia venida de Nosotros y como amonestación para los dotados de intelecto”. (Sad-43).
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