martes, 23 de julio de 2013

Modales; La Sinceridad I

LA SINCERIDAD (1ª parte)
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"Se narra que había un hombre de los hijos de Israel muy religioso que un día se enteró de que había una tribu que adoraba a un árbol y asociaba a Allah. Enfadado, decidió ir a cortar el árbol. En su camino se encontró con Iblis camuflado en la imagen de un anciano. Iblis le preguntó: ¿a dónde vas? A lo que el hombre religioso le contestó: voy a cortar aquel árbol que la gente adora en el lugar de adorarle a Allah. Iblis le contestó: pues no te voy a dejar.
Entonces comenzó una pelea entre los dos y terminó ganando el hombre religioso. Ante esta situación Iblis le propuso darle dos dinares cada día (aprovechando la situación económica del religioso) si renunciara a cortar el árbol, el hombre después de pensarlo aceptó la propuesta. Los dos primeros días el hombre iba a buscar los dinares prometidos donde el anciano se los entregaba, pero el tercer día no encontró nada, se enfadó y se dirigió rumbo al árbol para cortarlo, en el camino se volvió a encontrar con el anciano y se volvió a repetir la misma escena, se pelearon pero esta vez ganó Iblis, el hombre extrañado le preguntó a Iblis: ¿cómo has logrado ganarme si la otra vez te gané yo? Iblis le contestó: porque la primera vez tu enfado fue por Allah, eras sincero y Allah te protegió de mí, pero esta vez te enfadaste por ti mismo y por no haber recibido los dinares y por eso te gané."

Umm Qais, una de las compañeras del profeta /sws) inmigró a Medina y poco después le siguió un hombre que estaba enamorado de ella para casarse con ella, su viaje a Medina no fue para proteger el mensaje de Allah, entonces el profeta (sws) dijo: 

«Ciertamente las buenas obras dependen de las intenciones, y cada hombre tendrá según su intención; así, aquel cuya emigración fue por Allah y su Mensajero, su emigración valdrá por Allah y su Mensajero, y aquel cuya emigración fue por conseguir algún beneficio mundanal o por tomar alguna mujer en matrimonio, su emigración valdrá para aquello por lo que emigró.» Bujari y Muslim

¿Qué es la sinceridad?

La sinceridad es obrar con el único objetivo de agradarle a Allah, Elevado y Ensalzado sea, sin prestar atención a lo que pueda decir el resto de la gente y sin esperar el agradecimiento de nadie.

Todas las obras del musulmán requieren sinceridad:

La intención antes de cada obra debería ser por y para Allah, Enaltecido sea, para que sea aceptada. Dice Allah, Elevado y Ensalzado sea, en Su Sagrado Libro:

“Pero no se les ordenó sino que sirvieran a Allah, rindiéndole culto sincero como hanifes, que hicieran la oración y dieran el azaque. Ésa es la religión verdadera” (Al Baiina, 5).

Y dice también: “El culto puro ¿no se debe a Allah?” (Az-zumar, 2).

Y dice el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: “Allah sólo acepta las obras que son sinceras para y por Él” lo narró An-Nasaî.

La sinceridad debería ser la característica del musulmán ya sea obrero, comerciante o estudiante…etc. El obrero debería perfeccionar su trabajo porque Allah nos ordenó hacerlo de tal manera, el comerciante debería temer a Allah en su comercio y no elevar los precios para asegurase un sustento lícito y el estudiante se esfuerza en sus estudios para agradarle a Allah y beneficiar al resto de los musulmanes con su sabiduría adquirida.

La sinceridad es la característica de todos los profetas, dice Allah refiriéndose a Moisés, que la paz sea con él:

“Y recuerda en la Escritura a Moisés. Fue escogido. Fue enviado, profeta” (Mariam, 51). 

También describió a Abraham, Isaac y Jacob diciendo: “Y recuerda a Nuestros siervos Abraham, Isaac y Jacob, fuertes y clarividentes. Les hicimos objeto de distinción al recordarles la Morada. Están junto a Nosotros, de los elegidos mejores.” (Sad, 45-47).

Diario de Un Musulman

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