miércoles, 14 de agosto de 2013

La mujer musulmana y el cuidado de su alma (2ª parte)


La musulmana siempre procura la ayuda de Al-lah, Glorificado sea, para fortalecer y purificar su alma, alabando constantemente y recordando a Al-lah, controlándose a sí misma y teniendo en mente en todo momento lo que complacerá a Al-lah. Por eso, ella trata de realizar todo lo que complazca a Al-lah y se abstiene de lo que disgusta a su Creador. De esta manera permanecerá en el Sendero Recto, sin desviarse jamás y sin cometer maldad alguna.

- Busca la compañía de gente recta y participa en reuniones religiosas

Con el propósito de alcanzar esta elevada posición, la musulmana elige amigos dignos y temerosos de Al-lah, pues ellos serán fieles y sabrán ofrecer un consejo sincero, sin traicionarla de palabra o de hecho. Las buenas amistades tienen una gran influencia a la hora de mantener a una musulmana sobre el Sendero Recto, ayudándola a desarrollar buenos hábitos y características refinadas. Un buen amigo, en la mayoría de los casos, refleja nuestro comportamiento y nuestras actitudes, como lo expresa un dicho: "No pregunten sobre un hombre: pregunten sobre sus amigos, porque todo amigo sigue a sus amigos".

Juntarse con gente decente es una señal del buen linaje y los nobles propósitos en la vida, como alguien sabiamente menciono: "Juntaos con gente noble y llegaréis a ser como ellos. De ese modo, no debéis considerar a cualquiera como vuestro amigo".

Por eso, escoger buenos amigos es tan esencial como evitar hacer 
el mal:

"Si vosotros os juntáis con gente, haced amigos con los mejores, no hagáis amigos con los peores a menos que seáis como ellos".

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